Por: Oscar Alemán.
Entre la relación del individuo con su entorno
también deba haber una aceptación del individuo con sí mismo en la cual acepte
sus cualidades y errores sin dejarse caer por la presión de su entorno. En una minoría que va en crecimiento como es
el homosexualismo la aceptación se ha logrado con el tiempo, generando una
imagen propia de desarrollo de los intereses y objetivos, además de la igualdad
en derechos y responsabilidades ante una sociedad tradicionalista.
El hecho de ser aceptado como minoría se logró con
el apoyo de algunos ciudadanos y la conformidad de aquellos que dicen que no
les afecta a nivel persona. Ahí se ve quien siente empatía y cohesión con la
minoría, así no pertenezca a ella, y quienes se sienten obligados al estar
incluidos entre la sociedad que cambia,
generando apatía con cierta obediencia a la norma social.
El apoyo puede que no esté incluido entre la ideología igualitaria que aclama el LGBTI, Lesbianas Gays Bisexuales Transgeneristas e Intersexuales, pero que es fácil de aceptar ante el concepto de lo correcto pues de alguna forma aceptan a los homosexuales como parte de una sociedad y por ende con los mismos derechos y responsabilidades, se puede explicar con el clásico “al fin y al cabo los gays también pagan impuestos”. También hay quienes aceptan la igualdad por el gusto a mejorar y generar un cambio, la ideología homosexual les atrae e interesa de diferentes maneras. Ahí ellos
pueden ser influenciados normativa e
informativamente, según su prioridad.
Hablando directamente en el individuo, es más difícil
aceptar el hecho de ser o no ser gay. Pues “salir del closet” le haría aceptar
ante su grupo de amigos una tendencia social que es habitual entre la burlas,
ante su núcleo familiar algo que no es aceptado tradicionalmente y ante la
sociedad en general que es alguien diferente por sus gustos, expresiones e
intereses. Estas reacciones no son fáciles de expresar cuando su familia es de
un pensamiento conservador y
tradicionalista donde el hombre es la cabeza de la familia por ser hombre y por
tener a una mujer; sus amigos tienen un pensamiento de posesión y
competitividad donde el mejor es quien tiene la mejor pareja; y socialmente su
imagen se verá incluida en comentarios de conocidos que lo señalaran como
“marica”.
En este caso la presión lleva al joven a conseguir
una novia, así no le guste y refrenar sus intereses para aparentar ante su círculo
primario y secundario, justificándose en los momentos más difíciles que es lo
correcto y que así no perderá a su familia y amigos. Generando un miedo a estar
solo.
Pero ante todas esta situaciones salir el closet no
solo genera una dificultad por presión sino por el hecho de hacerse responsable
de sus acciones, en la cual no podrá culpar a otros u obedecer la norma que lo
obliga a cumplir con sus deberes sociales establecidos generación tras
generación.
Como en todo caso cuando llega la madurez, también
llega el concepto de realidad, así que omitiendo los miedos a su familia y
amigos, ve en su deseo de individualidad algo que es correcto y viable. En
donde siendo parte de una minoría como el homosexualismo puede generar un
cambio emotivo en su familia y si sus antiguos amigos lo excluyen, tendrá
nuevos que lo acepten y aprueben este nuevo camino. Aun así se debe ser
realista pues también puede que su familia y amigos lo excluyan y su nueva
personalidad no lo lleve a conseguir nuevos amigos, de nuevo entra el miedo a
la soledad.
Al joven promedio le preocupan demasiado estas
situaciones, incluyendo los deberes académicos, laborales y sociales, en el
cual la presión puede generar una explosión de su realidad y por ende, sin
importarle las consecuencias se libera, sea de una manera adecuada para la
sociedad, siendo persistente y comprometido, o de una manera agresiva donde
siempre está a la defensiva pues no se dejara de nadie y no hay quien lo
detenga.
El individuo prefiere salir del closet, liberarse de
la presión familiar y alejarse de una manera adecuada y madura, evitando
posibles choques e influenciando a que acepten o se conformen con su decisión.
E ingresa de manera activa a la minoría del LGBTI, siendo atraído por sus
ideales y por los beneficios que le ofrece este nuevo grupo de amigos y
benefactores.
Ya adentro debe aceptar y acatar las normas de la minoría, en la cual deberá participar personal y políticamente para obtener lo que desea, tener una pareja estable.
Obedece de manera activa y acepta las ordenes de quienes lo asesoran dentro la minoría, generando nuevas responsabilidades para sentirse aceptado, comprendido y apoyado. La obediencia de las normas sociales y de su minoría puede ayudarlo a suplir algunas de sus necesidades.
Así el camino que tuvo que dar este individuo en una sociedad tradicionalista y en círculos sociales donde era fácil participar siendo gay, fue largo y con muchas dificultades, más la influencia grupal puede ser también un motivante como lo descubrió al sentirse libre de la presión y aceptado por la ley o la norma social. Aun así la información a la comunidad sigue siendo mínima.
Opinion sobre la heterosexualidad.
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